ES EL MOMENTO DE LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL COMPETITIVA.

ES EL MOMENTO DE LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL COMPETITIVA.

ALGUNAS CLAVES

En los últimos años hemos visto que las empresas cada vez son más conscientes del impacto que sus actividades tienen para la sociedad. Del capitalismo clásico de Milton Friedman que centraba el propósito de una compañía en el retorno de sus accionistas, hemos pasado al capitalismo de los Grupos de interés, como se evidenció el pasado año en el Manifiesto de la Business Roundtable, organización formada por 181 CEOS de las principales compañías americanas que cambió su posición manifestada en 1997 sobre que maximizar las ganancias debía ser el propósito de la compañía hacia un nuevo capitalismo, cuidando a sus empleados, proveedores y la comunidad en general.

Se impone que índices clásicos como el PIB se complementen con otros como los Objetivos de Desarrollo Sostenible que deberán mapearse con la estrategia de la compañía, fijando métricas concretas y un compromiso público.

Las multinacionales están integrado la sostenibilidad en su estrategia al más alto nivel y abordan un enfoque dinámico para adaptarse a las necesidades que vayan surgiendo (por ejemplo, la pandemia. Ahora, el reto es que las pymes y autónomos interioricen el impacto social y papel transformador que tienen y la creación de valor que supone la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, sobre todo, cómo la aplicación de criterios ESG, una visión a más largo plazo, les hará más resilientes, más competitivos y, a la postre, más atractivos para los inversores.

En la UE más del 99% de las empresas son pymes y generan más de la mitad del valor añadido del conjunto del tejido empresarial. La alineación de sus modelos de negocio con la Agenda 2030 y su interlocución con los gobiernos para contar con orientaciones claras es clave para impulsar la coherencia de políticas y la consecución de los ODS. Las Naciones Unidas reconocen la relevancia de las pymes en relación con la creación de empleo, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza y las desigualdades. Las pymes también representan un potencial foco de innovación y pueden convertirse en agentes de cambio a la hora de lograr el desarrollo sostenible y la transformación social

La competitividad es un elemento fundamental porque en términos de atractivo para los clientes, la preocupación por los aspectos sociales, medioambientales y de gobernanza empiezan a ser uno de los criterios que utilizan en sus preferencias de compra, pero la pandemia también ha puesto el foco en la acción social de las empresas (marcas con propósito) y es un eje que no se puede descuidar. Y, por último, el propósito es una palanca muy potente de atracción de talento que, ahora más que nunca, constituye uno de los activos más importantes de una compañía.

Por tanto, cada empresa deberá canalizar su impacto social a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, e identificar, de entre los 17 ODS, aquellos que tengan más relación con su actividad y a los que puedan aportar valor.

ALICIA MUÑOZ

Profesora UCM en TSC

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